El hielo seco es un dióxido de carbono sólido que se sublimará directamente de un estado sólido a un estado gaseoso a temperatura ambiente sin pasar por un estado líquido. El hielo seco tiene una temperatura de -78.5 ° C (-109.3 ° F), las temperaturas extremadamente bajas lo convierten en un refrigerante eficiente.

El hielo seco está hecho de dióxido de carbono líquido, que se expande y se enfría para formar nieve co₂, y se comprime a alta presión en bloques, gránulos o hojuelas de hielo seco.

El hielo seco no se "derrite", sino que se sublima directamente en un gas. Este proceso se llama sublimación.

Cuánto tiempo se puede almacenar el hielo seco depende de las condiciones de almacenamiento. En un contenedor bien aislado, el hielo seco se puede almacenar durante 24-48 horas. En un entorno ordinario, el hielo seco sublimará rápidamente.


El hielo seco debe almacenarse en contenedores aislados como cajas de espuma o tanques especiales para hielo seco. Evite los contenedores completamente sellados para prevenir la acumulación de presión.

El hielo seco en sí es no tóxico, pero el contacto directo con la piel puede causar congelación. Además, el uso de hielo seco en espacios confinados puede llevar a niveles altos de CO₂, lo que puede afectar la respiración.

No se recomienda el uso de hielo seco en refrigeradores o congeladores domésticos. Las temperaturas extremadamente bajas del hielo seco pueden causar un mal funcionamiento del sistema de control de temperatura del refrigerador.

El hielo seco se puede utilizar para la limpieza de equipos, el transporte y almacenamiento de medicamentos a bajas temperaturas, la conservación de alimentos, efectos de humo en escenarios y otros usos.